Follow Your Passion: A Seamless Tumblr Journey
Realmente, pobre Tsuna
Poor Tsuna
Ser un demonio no había sido obra de la mejor de mis suertes. Podría ser llamado Guardián, pero estaba convencido de que no lo era realmente. Incluso si me hubieran dejado elegir me hubiera gustado no serlo. O no 'Renacer'. ..Porqué.. Aún puedo recordarlo.. ..A él.. ___________ Mezclaba la historia de Gravity falls y algunos de sus AU's como: Fight Falls, Reverse Falls y Zero Gravity. ___________ Lo principal resalta que Mabel y Dipper son guardianes. Bill y, y su álter ego, Will son hermanos gemelos que por razones muy pocos saludables terminan en el pueblo de Oregón: Gravity Falls. De todo esto resulta que en la vida pasada de Dipper, él y el demonio de los sueños Bill había terminado en una relación romántica, o lo mejor que podían llevarla, incluso antes del raromagedon. El desastre sólo provocó que el demonio muriera y Dipper quedará solo. En algún punto de la eternidad Dipper relación como un demonio y todos sus seres queridos habian terminado en algo relacionado, menos Bill. El demonio no aparecía y no parecía querer aparecer. Dipper se hizo cargo de su trabajo aún si no había nadie que lo obligará, se sentía bajo la estricta regla de hacerlo. Aún si es el único que recuerda la vida pasada, no puede olvidarla. Y en alguna parte de todo eso, aparecen los gemelos, a quienes no hubiera conocido si Bill no hubiera encontrado el diario número 3 que definitivamente ellos no podían tener. AllÍ comienza la exhaustiva ruleta llena de desastres y encuentros poco gratos. (Incluso si Bill crece y se hace un adulto puede que recupere los recuerdos de quién es realmente el Demonio Dipper con el que pelea dead que tiene doce años.) ___________ Mabel se revoloteaba en algún lugar, gritando que debía de ver algo por sí misma. Sólo alcanzando a despedirse a gritos sin mirarme ni un instante. Pero no se podía hacer nada así era ella y me alegraba que no hubiera cambiado nada. Lo único que aún me mantenía algo agobiado, y de lo cual aún no he decidido compartir con nadie más, es que duele ser el único que lo sabe. Es como si estuviera maldito a recordar. Sólo yo y nadie más. Como si quisiera reírse de mi dolor y mi desgracia por el resto de la eternidad. Porque no teníamos edades que pudiéramos contar o soltar fácilmente sin que nos llamarán mentirosos. A menos que bueno se supiera que éramos demonios o guardianes, ya lo que fuera estaba bien. Eran algunas cosas estúpidas que debería olvidar. Ya había pasado mucho tiempo desde que había 'aparecido' pero no se me había permitido olvidar nada. Pase muchos años intentándolo, pero no funcionó. Termine resignandome a ignorarlo y ocultarlo muy al fondo para no darle demasiada atención. Porque después de todo, si ese demonio fue destruido no debía de volverlo a ver, y si ese fuera el caso habrían muy pocas oportunidades de que fuera a estar cerca de donde yo me pudiera encontrar.
¿Qué pasaría si existiera... Tan sólo uno más de ellos? Los Osmundos son reconocidos por ser seres hipersensibles. Seres amables, comprensibles y muy inocentes. Seres de quienes se aprovecharon a la menor oportunidad. Crueldad, mientras vivían entre los humanos sólo eso recibían. Y por ser tan bondadosos no se protegían ni tampoco los culpaban. Sólo.. se dejaban utilizar.. Y en menos de lo que se dieron cuenta ya no habían más de ellos. La humanidad es así, no sabe apreciar lo que tiene hasta que ya no ésta. Los Osmundos también son conocidos y muy queridos por todos lados por poseer magia. Magia de sanar, de cambiar la realidad y de hacer sentir a las personas bien. Irradian instintivamente un aura que calma a todo ser a su alrededor y que relaja los cuerpos y las mentes. Era realmente culpa de los humanos el que ya no hubiera más seres como ellos. Sólo culpa de ellos. ¥₩^/*\^₩¥ Debía moverme rápido o llegaría tarde. En el trabajo había que ser puntual o serías despedido. Estaba a tan solo un giro de esquina para llegar cuando chocó con un cuerpo que salió de la nada y lo empujó al suelo. Le dolió la cadera al caer sentado y algunas lágrimas se asomaron en su rostro, pero se colocó de pie de inmediato, observo a la otra persona que tal parecía que no había caído al suelo. - ¡Lo siento mucho!, ¡No veía por donde iba! - Realizó una reverencia y pidió disculpas por su descuido, no estaba del todo atento por el horario de su trabajo, recordando eso observó su muñeca y con ello la hora dándose cuenta que tenía tan sólo unos tres minutos para llegar. - ¡De verdad lo siento, pero debo irme! No espero más respuesta, por más que aquello hubiera sido realmente grosero de su parte y retomó su carrera hacia la cafetería, doblando la esquina y adentrándose en la segunda puerta a su derecha. - ¡Sawada!, ¡Justo a tiempo, de nuevo! - La voz de una fémina se escuchó fuerte y claro apenas cerró la puerta a sus espaldas. - ¡No diré nada esta vez tampoco!, - La escuchó suspirar para luego suavizar su tono. - Pero al menos una vez intenta llegar con algunos minutos de sobra. - Lo siento mucho, Lal Mirch. - El castaño apenado mantenía su cabeza agachada y enrollaba su dedo en el dobles de su camiseta. - Vamos, Tsuna, debemos abrir ya. - Suavizando el ambiente le llamó con un tono aún más amable caminando hasta él a darle una cariñosa palmada en el cabello esponjoso. - ¡Si! - Y con ello observo al castaño recuperar toda su emoción, corriendo hacia la cocina a cambiar su traje, dejando en el camino un agradable cambio de aire. No pudo evitar suspirar al verlo cruzar la puerta. Una sonrisa se formó